lunes, 20 de septiembre de 2010

POESIA DE LA TIERRA

Soy mujer indígena, hija de la Madre Tierra y del Padre Sol.

Pertenezco a una raza con una cultura milenaria que hoy conservo como un tesoro
Convivo con lo que me rodea, con la lluvia, el viento, la montaña, el cielo…

Soy feliz en este paisaje

Tengo tiempo para contar las estrellas
Tiempo para poner mis sueños al día,
Para danzar con los pájaros sintiendo el aire fresco del amanecer y hablar en silencio con los animales, con las plantas, con los Espíritus

Sé sembrar con la Luna los frutos del alimento,
Teñir la lana para hacer el tejido,
Hacer medicina como me enseñó mi abuela,
Cantar al nuevo día

Sé amansar sencillamente, con fidelidad y con ternura

Soy mujer indígena

Mujer, como la Madre Tierra, fértil, callada, protectora y fuerte


Sé cuando mi mundo está en peligro
Y sé cuándo las cosas son buenas o no

No entiendo de muchas cosas:
A la gente del gobierno que vienen con muchas promesas, palabras de aire, cuando hay elecciones, y después nada. A los que vienen a querer cambiar mi mundo, mis vestidos, mi espiritualidad. A los que nos roban. A los que experimentan con nuestros hijos o les sacan sus órganos para los winkas ricos. A los que mienten. A los que nos sacan de las tierras. A los que nos explotan. A los que intercambian arte y tejidos por comida o alcohol y me pagan una miseria por el trabajo de meses.
No entiendo a los que se hacen mis amigos para sacarme conocimientos. A los que vienen con grandes máquinas para talar el bosque; a los que agujerean la tierra para sacarle su sangre. A los que esconden en la comunidad basura en bidones para contaminarnos. A los que nos ponen vacunas. A los que experimentan con nuestra sangre. A los que tienen buena fe y creen que vienen a ayudarnos a integrarnos poniéndonos cables de luz y trayendo la “caja boba” para confundirnos. A los que nos ponen zapatos. A los que quieren cambiarnos nuestras costumbres ancestrales. A los que nos miran como un bicho raro y nos sacan fotos. A los que quieren que bailemos por dinero. A los que vienen con muchas palabras bonitas a hacer iglesias en nuestros lugares sagrados. A los que intentan esclavizarnos con dependencias ajenas a nuestras culturas. A los que entran armados en nuestras tierras para echarnos. A los extranjeros que vienen de guerrilla a enfrentarnos con los militares y luego se van protegidos a sus lejanas tierras… A veces las cosas se ponen peor para nuestra gente, nos apresan, nos matan…Tampoco entiendo a los que nos desprecian, a los que nos ignoran, a los que no les importo nada y nos roban todo, hasta la dignidad.
Soy mujer indígena y sé lo que quiero; cambiar las cosas; esas cosas que duelen dentro y se van agrandando, como la impotencia, el desamparo, la destrucción, las palabras incumplidas, el desamor y ese sentimiento de estar siendo violada constantemente.

Quiero gritar: - ¡Déjenme en paz!… Quiero seguir viviendo así simplemente, con la tierra y mi gente, la que ríe, la que crea, la que vibra la vida así como es, sin alterar las cosas, la que comparte, la que acaricia, la que no tiene prisa y ama sin esperar nada, la que no se aburre

Quiero que nos respeten, soy mujer de la tierra, fuerte como el árbol que resiste al viento
Como el junco en la corriente,
Firme como la montaña más alta Frágil como el colibrí Dulce como los atardeceres

Soy mujer indígena, Hija Mayor de la Tierra y el Sol, desde siempre y para siempre.


(Autor: Poesia de la Tierra)

lunes, 13 de septiembre de 2010

ABUELA GRILLO

RELACIÓN DE COMPLEMENTARIEDAD HOMBRE - MUJER

Al interior de los pueblos indígenas no podría hablarse de las mujeres sin hablarse de los hombres, mujeres poseedoras de la fuerza de lo femenino y hombres poseedores de la fuerza de lo masculino, fuerzas creadoras necesarias entre sí.
Estas fuerzas se relacionan, se complementan nunca en relació de dominación de la una sobre la otra: el día y la noche, el son el y la luna, el aire y la tierra. Diferentes pero necesarios el uno para el otro, cada uno con un lugar y una misión particular. Se dice que el Sol es la fuerza masculina y necesita de la Luna, que es la fuerza femenina. Él calienta la tierra, ella: la luna, la refresca, es una relación en donde se dan mutuamente y en dnde se genera un equilibrio que da paso a cada uno de los ciclos de la vida.

sábado, 11 de septiembre de 2010

MUJERES INDIGENAS

Algunas lideres indigenas opinan que son doblemente oprimidas,  por ser indigenas y por ser mujer. El sistema, la sociedad en si misma por la ideologia en la que ha sido formada, discrimina a la mujer en general y particularmente a la mujer indigena. La mujer indigena tambien es discriminada al interior de sus comunidades, por lo que su lucha a más de sumarse a las reinvindicaciones de sus comunidades y organizaciones frente al Estado, tambien se debe centrarse en defender sus derechos al interior de sus popias comunidades (Seminario el Rol de la Mujer Kichwa en la construccion de un Estado Intercultural, UASB)