lunes, 8 de noviembre de 2010

La Mujer Indigena en la Sociedad Azteca



Desde el momento de su nacimiento, a la niña náhuatl se le determinaba para permanecer en el hogar, preparar los alimentos y dedicarse al tejido de las ropas familiares, para ello la partera enterraba su ombligo - acabado de cortar- en el suelo del hogar como símbolo de lo que debía ser... Luego la partera la lavaba ofreciendo la criatura a la diosa del agua para que ésta limpiara todas las impurezas del nacimiento, y pudiera ser bienvenida al mundo. Las niñas y doncellas eran educadas por sus maestros y sus padres, aprendían los deberes cotidianos, el servicio y adoración a sus dioses así como también recibían una rígida educación moral. La madre tenía un deber con las hijas, cuando se convertían en doncellas, les aconsejaba un buen comportamiento, haciéndoles notar su origen noble y previniéndolas sobre los miles de trabajos que acompañan a un momento de placer; durante el día deberán entregarse a sus labores y por la noche consagrarse a las cosas de Dios; deberán aprender bien su trabajo propio de la mujer, aprender el tejido y la molienda, la preparación de los alimentos para que sea respetada y valorada; era su obligación conservarse sin mancha como las piedras mas preciosas, para que llegado el momento cumpliera con el mandato divino de hacer generación por vía de hombre y de mujer para hacer multiplicación y generación
La suavidad de la lengua náhuatl y la educación del hombre antiguo se conjuntaban para expresarse de una forma bella y amorosa, llena de respeto para dirigirse a la mujer y a sus mayores; el ideal femenino lo comparaba con las cosas mas preciosas de aquél tiempo, el futuro de la mujer, si bien estaba determinado al hogar y era conocedora de las penas y sufrimientos que la vida le deparaba, su destino como mujer era bueno. Su misión de esposa y madre, así como el oficio que desempeñara eran bien reconocidos y valorados.
Debía esperar al que sería el compañero de su vida, el que los dioses le depararan, debía colaborar en los afanes de su marido, si fuese necesario desempeñará un oficio, de hilandera, tejedora, vendedora en el mercado, artista de flores, casamentera o curandera. Siendo anciana tomará los atributos de la diosa madre, y será rescoldo de su hogar, tea, espejo.

1 comentario:

  1. Hola Indy, me llamo Sara, soy mexicana, me parece muy interesante este texto que escribes, me gustaria si es posible me recomendaras algun libro, lugar u otro medio para tener mas informacion sobre el rol de la mujer indigena en las diferentes comunidades latinoamericanas. De ante mano gracias y felicidades por tu blog, me gusta mucho

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